CONCURSO | Plaza Abastos Laudio / Llodio
A continuación, os presentamos el Making of del proceso que desarrollamos en el Estudio para llegar a la propuesta presentada al Concurso de la rehabilitación de la nueva Plaza de Abastos de Laudio/Llodio que fue dirigida por Julen Apraiz.
La propuesta nace del análisis de la situación actual de la Plaza de Abastos de Laudio/Llodio. Como Laudioarra, se conocen de primera mano los principales problemas que afectan al mercado y a la zona donde se encuentra. Destacan:
• La falta de accesibilidad y los desniveles en la plaza que impiden la libre circulación de las personas.
• La existencia de espacios con carácter claramente residual y en mal estado de conservación, como el nivel superior de la plaza y la parte trasera junto a la sociedad cultural Basalarrina.
• La distribución porticada en la zona de venta que genera un área sombría poco atractiva al público.
• La disposición lineal de los puestos y la posición de los pilares obligan al cruce de flujos entre la gente en circulación y las personas que están realizando sus compras.
La propuesta se centra en solucionar estos problemas y al mismo tiempo pretende añadir valor al conjunto, dándole un carácter más dinámico y actual.
Antecedentes – Pliego de Condiciones del Concurso
Aunque en el Pliego de Condiciones Técnicas de la Convocatoria del Concurso para la Renovación de la Plaza de Abastos no se requería la entrega de propuesta alguna, se optó, como mejora en el contenido documental, por entregar un anteproyecto no vinculante como propuesta para el nuevo mercado.
Así, se usan los requisitos de programa como medio para dar salida a los problemas expuestos anteriormente.
Dotar de accesibilidad al mercado
Las actuales escaleras de entrada a la plaza no facilitan el acceso al mercado ni a las personas discapacitadas; ni a otros usuarios, como los que habitualmente hacen uso de carros a la hora de transportar sus compras.
La necesidad de una rampa del 6% de pendiente obliga a replantearse la actual puerta de acceso que se sitúa en el eje de la plaza. Por ello, será necesaria una rampa de mayor longitud que llegue casi hasta la Sociedad Cultural Basalarrina – Basalarrina Kultur Elkartea.
Esto lleva a la reflexión sobre las mejoras que se podrían obtener de acceder a la plaza en ese punto. Y se considera que sería una muy buena alternativa, si se conjugara con el cambio de carácter de ese espacio.
Incorporación de la Sociedad Cultural Basalarrina a la Plaza de Abastos
La actual configuración de la plaza da la espalda al Basalarrina, escondido tras los muros de los aseos, que pierde todo su potencial urbano. Es ese potencial como centro de reunión, el que se quiere aprovechar generando una sinergia que no sólo dé valor a la plaza, sino que beneficie también al Basalarrina.
De esa manera, se entiende Basalarrina como “un puesto” más del mercado generando una segunda plaza que se articulará con la original en el punto de acceso, coincidiendo con el final de la rampa.
Surge una nueva plaza donde se combinan diferentes ambientes delimitados por el movimiento serpenteante de la cubierta.
Un mosaico de color en la cubierta
La cubierta que arropa todo el conjunto es, sin duda, el elemento que caracteriza el proyecto.
Su diseño recoge la mayor parte de las mejoras perseguidas con la reforma. Es por ello, que se le dedica el mayor esfuerzo en esta fase de anteproyecto.
Pese a que el Pliego hablaba de la posibilidad de disponer de un espacio público sobre el mercado, se considera que el nulo uso que se le ha estado dando en los últimos años a ese espacio que ya existe en la actualidad, no justifica el sobrecoste económico en construcción y mantenimiento, sino todo lo contrario. Prescindir de él evitaría en gran medida futuros problemas de conservación y reduciría enormemente los costes.
Por ello, se propone (especificando claramente que es una propuesta de mejora susceptible de modificación) una cubierta formada por planos inclinados, cuya geometría se estudia para garantizar una mejor evacuación del agua de lluvia y dar una mayor variedad a la espacios bajo ella.
La forma responde al dinamismo que presentan los puestos de mercado (cuya disposición se explicará más adelante) y como si de una serpiente se tratara, se desplaza sobre ellos, abrazándolos.
Se refuerzan de esta manera los ambientes de las dos plazas mencionadas anteriormente.
El mosaico de colores (lema del concurso) es la parte más “divertida” del proyecto. Nace de la voluntad de bañar el espacio de luz y se genera por el cruce de múltiples nervios estructurales que se entrelazan formando una lámina que trabaja en conjunto.
No se puede pasar por alto que los puestos de venta bajo este mosaico de luz, principalmente irán destinados a productos de alimentación, por lo que es difícil prever la incidencia que pueda tener sobre ellos la luz teñida del mosaico.
Aunque se confía en que pueda solucionarse con una buena regulación de la luz artificial de cada uno de los puestos, se considera oportuno dotar al propio mosaico de la posibilidad de variación en los colores. Se plantea una solución constructiva a base de vinilos intercambiables bajo vidrios completamente transparentes e incoloros.
De esta manera, se obtiene además la posibilidad de adecuar los colores en momentos puntuales: festividades, cambios de estación, logros del Athletic, etc.
La disposición de los puestos del mercado
Los nuevos puestos fijos de venta al público se organizan en el perímetro del espacio de la Plaza del Mercado de Abastos, reservando el amplio espacio central para los puestos temporales.
Se elige articularlos unos con los otros mediante pequeños giros que forman entrantes y salientes. De esta manera, se pretende crear espacios en los que los compradores dispongan de sitios que los protejan de los flujos de circulación del resto de los visitantes del mercado.
Es importante también en ese sentido, la eliminación por completo de toda columna que entorpezca el movimiento de las personas.
Como remate a esta secuencia de puestos se colocan los servicios públicos adaptados a minusválidos y el nuevo espacio de cafetería que pretenderá revitalizar la zona. A este propósito le ayuda la incorporación del Basalarrina y el diálogo que se establece entre ambos espacios de socialización.
La luz, el color y la textura de los materiales
Desde su estado inicial, el proyecto se apoya en la abstracción que le otorga el color blanco y la ligereza en las texturas. Se enfatiza de esa manera la luz y la definición de la geometría, facilitando la percepción de los tintes que arroja el mosaico.
No obstante, se realizan diferentes pruebas con texturas y materiales alternativos. Se combinan maderas y metales analizando la incidencia de unos y otros en el ambiente del mercado.
En esta propuesta previa de concurso, se decide continuar con los tonos claros que pongan en valor los colores del mosaico y combinarlos con la calidez de la textura de la madera.
Aun así, se emplaza a un estudio más en profundidad de los colores y materiales, a realizar en la siguiente fase.